Cuando se trata de hacer fotografías, siempre queremos conservar los momentos más memorables de nuestra vida en imágenes de la mejor calidad posible. Por eso mucha gente compra cámaras profesionales que prometen grandes resultados. Pero resulta que la mejor calidad de las imágenes se consigue con estas cámaras guardando las fotos en un formato de imagen RAW, lo que puede dar lugar a numerosos problemas. "RAW" implica que esas imágenes conservan la mayor cantidad posible de información visual sin procesar del sensor de la cámara. Es estupendo desde el punto de vista profesional, pero para el usuario cotidiano significa tener archivos mucho más grandes y los consiguientes problemas para abrir, editar e imprimir dichas imágenes. RAW es el nombre genérico del formato de imagen sin procesar; puede denominarse de forma diferente, dependiendo del fabricante de la cámara.

NEF son las siglas de Nikon Electronic Format, que es el formato de imagen RAW utilizado por Nikon, uno de los fabricantes de cámaras más populares. Estos archivos no se pueden ver fácilmente en un ordenador y requieren el uso de software profesional, que suele ser caro y difícil de trabajar.

La forma más fácil de salir de esta situación es convertir los archivos NEF a un formato de imagen más universal, como JPEG (JPG). La flexibilidad de este formato te permitirá ver fácilmente las fotografías en casi cualquier dispositivo y, al mismo tiempo, ahorrar espacio en tu disco duro. En esta guía, explicamos cómo convertir NEF a JPG y comparamos ambos formatos.